Hoy nos vamos de putas con... Wayne Rooney

Wayne Rooney protagoniza el último -hasta ahora- escándalo de un futbolista con una prostituta. Y es que el fútbol y la prostitución siempre han ido de la mano. Lo más divertido es que casi siempre que se destapa un caso de estos, hay un detalle especialmente sórdido o bochornoso. En este caso, la mujer -sí, Wayne es un hombre casado- estaba embarazada. Es lo que tiene ser multimillonario a los 24 años, tener la vida resuelta, tener fama y toda la mierda que rodea al simple hecho de darle patadas a un balón. La sujeta se llama Jennifer Thompson, cobra 1.140 euros la noche y Rooney "no le parece tan feo". Eso sí, Rooney dejó de "utilizar" los "servicios" de Jenni el pasado noviembre, cuando nació su hijito. Su mujer se ha enterado ahora, gracias al Sunday Mirror, al que Rooney tendrá que agradecerles haber destrozado su vida. Aunque, qué leches, la culpa es suya por putero. Que pena, porque hacían buena pareja.

Antes comentaba que son comunes los detalles especialmente sórdidos en las relaciones entre futbolistas y prostitutas. El caso más flagrante, del que se ha hablado muy muy poco, fue el de Benzema y Ribery con su amiguita Zahia, una menor de edad con la que ambos se acostaron. Por separado, espero. Con la pamplina de que ellos no lo sabían, el cuento de la lechera y que no interesa meter a la cárcel a estos dos delincuentes, todo pasó como si nada. Como siempre en el fútbol, por muy claros que estén los indicios de delitos, amaños y cualquier otro tipo de cosa sancionable, en el balompié se pasa por alto.

Lo mejor -o, peor- y que deja entreveer la calidad humana de estos dos individuos, es que ni siquiera pagaron a la chica lo que ella les pidió. La tarifa de Zahia era de 1.000 euros la noche, pero Ribery sólo se digno a pagar 700. Benzema, aún peor, le pagó la mitad: 500 euros. Yo si fuera Zahía les denunciaría por impago. Aunque el hecho de tratarse de una actividad ilegal y siendo menor de edad... quizá quiten las ganas de meterse en el juzgado a defenderlo.

Otro futbolista putero es Peter Crouch. El "espárrago" utilizó los servicios de Mónica Mint, de 19 años en aquel 2005, después de una fiesta de cumpleaños de David Beckahm. La chica, igual que Zahia, cobra 1000 euros la noche. Esto tampoco sería muy escandaloso, si no fuera porque en aquellos momentos, Crouch ya salía con Abbey Clancy, su actual prometida. Este caso casi no se ha conocido, pero fue el pasado 11 de agosto cuando News of the world decidió fastidiarle la boda a Peter Crouch. Peter, ¡hay que ser gilipollas! Ahora ella se dedica a cabalgar, con caballos, y el no tendrá problemas para buscarse a otra, ya que, en palabras de la "puti" Monica Mint, "Peter no es guapo, pero es un chico agradable".

Y seguro que hay muchos más casos, igual de sangrantes o más. Esto también es fútbol, jovenes endiosados y multimillonarios que se pasan por el forro toda ética y, encima, la justicia se lo permite.

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Ya tenemos al nuevo Zidane. Se llama: Zidane. Enzo Zidane. Parece que el hijo del francés despunta y España y Francia entran en guerra por hacerse con sus servicios. Este chico tiene la doble nacionalidad y, como ya sabemos, el primero que lo pille, para él. Parece que el que decidirá será Papa Zidane. En ese caso, está bien claro.

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Bien, Sandro, bien. Así se hacen las cosas.

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Si esto es verdad, no me extraña que pusiera dinero hasta el apuntador. Y seguirán diciendo que el fútbol es un deporte...